Un problema de erección se produce en el momento en que el hombre no logra tener o mantener una erección.
Esta situación es común en hombres adultos, generalmente en edades comprendidas entre los cuarenta y setenta años, aunque también afecta a hombres más jóvenes. Estudios revelan que más de un tercio de los hombres dentro de este grupo de edad han experimentado problemas de erección alguna vez.
Aunque en gran parte de los casos se trate de una situación puntual o poco frecuente, para algunos hombres, este problema puede ser una situación continua. Cuando es un problema prolongado, se pasa a denominar disfunción eréctil (DE).
Hay múltiples factores que puedes conllevar problemas de erección; el cerebro, los nervios, las hormonas y los vasos sanguíneos deben trabajar conjuntamente para lograr una erección firme, y si hay interferencias en cualquiera de estas funciones, pueden aparecer problemas de erección.
Causas
La mayoría de los problemas de erección tienen una causa física. En la siguiente lista se detallan las causas físicas más comunes que derivan en problemas de erección:
Enfermedades:
- Diabetes.
- Presión arterial alta.
- Afecciones del corazón.
- Afecciones de la tiroides.
- Obstrucción en las arterias (aterosclerosis).
- Depresión.
- Alcoholismo.
- Trastornos en el sistema nervioso.
Medicinas:
- Antidepresivos.
- Medicinas para la presión arterial (en especial los betabloqueadores).
- Medicinas para el corazón (Ejemplo: Digoxina).
- Pastillas para poder dormir.
- Algunas medicinas para úlcera péptica.
Otras causas físicas:
- Niveles bajos de testosterona (no solamente influye en la erección, sino también en el impulso sexual del hombre).
- Consumo de alcohol, nicotina o cocaína.
- Lesión en la médula espinal.
En algunos casos, otros elementos, emociones o problemas en las relaciones pueden conducir a problemas de erección:
- Mala comunicación con la pareja.
- Estrés, miedo, ansiedad o ira.
- Sentimientos de incertidumbre o fracaso.
- Comida poco saludable.
- Expectativas sexuales poco realistas.
- Contaminación.
- Problemas familiares o económicos.
Generalmente, las causas físicas se dan más en hombres de edad más avanzada, mientras que las emocionales son más comunes en hombres jóvenes.
Hay que tener en cuenta que si tienes erecciones por la noche mientras duermes o por la mañana cuando te levantas, seguramente no se trate de una causa física.
Tratamiento y prevención
Según un estudio realizado por Clínica Masculina Europea, la gran mayoría de hombres que se encuentran en esta situación no reaccionan y deciden ir a una clínica hasta pasados 8 meses del inicio del problema.
En gran parte, acuden gracias al apoyo de su pareja, quien insiste en encontrar una solución. Muchos de los hombres que acuden a la clínica lo hacen acompañados de su pareja, y una gran parte decide, a parte del tratamiento que se le ofrece, acudir a terapia sexual con su pareja para fortalecer su vínculo.
La asesoría también es de gran ayuda para aquellas parejas que tienen problemas en su relación, ya sean comunicativos o de carácter sexual.
En relación al tratamiento, éste dependerá de lo que esté causando el problema y de la salud de cada paciente. Cambiar el estilo de vida siempre ayudará a mejorar la situación: hacer ejercicio, llevar una dieta saludable y dormir bien.
Hay numerosas acciones que pueden ayudar a prevenir posibles problemas de erección. Dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol a máximo una copas al día y no consumir drogas ilícitas son algunas de las más básicas.
En definitiva
Un problema de erección puede hacerte sentir mal respecto a ti mismo, y puede dañar la relación con tu pareja. Además, la disfunción eréctil puede ser signo de problemas de salud relacionados con la hipertensión, la diabetes o cardiopatías. Por lo tanto, si tienes problemas de erección, no esperes y busca ayuda; los problemas de erección y la disfunción eréctil son tratables en todas las edades.
Pide una cita y no tengas miedo de contarle al doctor lo que te ocurre. Habla con él de forma clara y directa y explícale tus inquietudes. Piensa que él está ahí para ayudarte. Si no quieres ir solo siempre puedes acudir con tu pareja a la consulta, de hecho, muchos profesionales lo aconsejan; las relaciones sexuales suelen ser cosa de dos y la comunicación en la pareja es algo fundamental.